“...hay un magisterio ordinario universal infalible de todos los
obispos con el Papa, jamás sin el Papa, el cual es infalible él solo, sin
necesidad de aprobación de la Iglesia. Luego es la infalibilidad de Pedro y sus
sucesores el mecanismo de seguridad que hace incorruptible la sustancia de la
Revelación dejada por nuestro Señor a los Apóstoles, y no otro. Se le dijo a
Pedro por nuestro Señor: Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado
para zarandearos como a trigo; pero Yo he rogado por ti para que tu fe no
falle; y tú, una vez que hayas regresado, confirma a tus hermanos. Jesús
ruega sólo por la fe de Pedro - luego el que dice que el sucesor de Pedro
falla en la fe, reconociéndole como papa, blasfema contra Jesús, al decir que
su oración no fue eficaz - y le encarga a Pedro confirmar a sus
hermanos. No les encarga a sus hermanos que confirmen a Pedro, sino al revés.
No le encarga a Lefebvre que confirme al Papa, sino al Papa que confirme a
Lefebvre. Lefebvre, sin ninguna autoridad divina, ejerce de papa. La solución
era fácil: si el que está sentado en la Silla de Pedro es hereje o yerra - como
él mismo reconoce en múltiples ocasiones - no es el sucesor legítimo de Pedro,
sino un impostor. Pero al reconocerle como papa, introduce una vieja herejía y
deja en la incertidumbre a los verdaderos católicos sobre la incorruptibilidad
de la Revelación a través de tantas luchas contra las herejías durante dos mil
años. Se pierde la objetividad de la transmisión de la Revelación o sólo se
mantiene, acaso en unos pocos de puro azar, de una
forma fideista (error condenado por la Iglesia). Veámoslo así: ¿Era
legítimo papa Clamente VII o Urbano VI? ¿Tenía razón el Papa Liberio o Arrio?
¿Tenía razón el Papa Alejandro VII o los jansenistas? ¿Tenía razón Martín
Lutero o el Papa que le excomulgó en 1521? ¿Tenía razón Teodoto el Curtidor que
defendió la herejía del adopcionismo o el Papa Victor I que lo condenó? Si se
mantiene la herejía nada novedosa del lefebvrismo no podríamos
saberlo, porque al reconocer que unos papas pueden ser herejes sin dejar de ser
papas es imposible saber qué papas del pasado fueron herejes y cuáles no; la
Revelación se habría corrompido porque el seguro de la infalibilidad puede
fallar según Lefebvre, y siguen siendo papas.”
(Extraído do blogue Católicos Alerta)